sábado, 26 de septiembre de 2009

Estos romanos...

Hay que ver el lugar que la religión ocupa en la vida de un romano. Su casa es para él lo que un templo para nosotros: en ella encuentra su culto y sus dioses. Su hogar es un dios; dioses son los muros, las puertas, el umbral; los límites que rodean sus campos también sos dioses. La tumba es un altar; sus antepasados, seres divinos.
Cada una de sus cuotidianas acciones es un rito; el día entero pertenece a su religión. Mañana y tarde invoca a su hogar, a sus Penates, a sus antepasados; al salir de casa o al volver, les dirige una oración. Cada comida es un acto religioso que comparte con sus divinidades domésticas. El nacimiento, la iniciación, la imposición de la toga, el casamiento y los aniversarios de todos estos acontecimientos, son los actos solemnes de su culto.

Sale de casa y apenas puede dar un paso sin encontrar un objeto sagrado: una capilla, un lugar herido antaño por un rayo, una tumba; tan pronto ha de concentrarse para pronunciar una oración, como ha de volver los ojos y cubrirse el rostro para evitar el espectáculo de un objeto funesto.

Todos los días sacrifica en su casa, cada mes en su curia, varias veces al año en su gens o en su tribu. Sobre todos esos dioses, aun están los de la ciudad, a los que debe culto. En Roma hay más dioses que ciudadanos.

La Ciudad Antigua, de Fustel de Coulanges (1864)

sábado, 19 de septiembre de 2009

é só isso

Grupo Corpo, espectáculo Onqotô. Fila K de la galería significa que tenía la cabeza apoyada en el techo del teatro. Qué decir... no se nada de danza, pero están zar-pa-dos. Mismo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Lo atamos con alambre


Péndulo de Foucault (El péndulo, lanzado en 1855) y avión Breguet (1911) en el Musée des Arts et Métiers. Paris, Agosto de 2008.