miércoles, 18 de junio de 2008

Decir casi lo mismo

Un fragmento de la narración de Arthur Gordon Pym, de Nantucket, donde describe el agua de la isla Tsalal:

I am at a loss to give a distinct idea of the nature of this liquid, and cannot do so without many words. Although it flowed with rapidity in all declivities where common water would do so, yet never, except when falling in a cascade, had it the customary appearance of limpidity. It was, nevertheless, in point of fact, as perfectly limpid as any limestone water in existence, the difference being only in appearance. At first sight, and especially in cases where little declivity was found, it bore resemblance, as regards consistency, to a thick infusion of gum arabic in common water. But this was only the least remarkable of its extraordinary qualities. It was not colourless, nor was it of any one uniform colour- presenting to the eye, as it flowed, every possible shade of purple; like the hues of a changeable silk. This variation in shade was produced in a manner which excited as profound astonishment in the minds of our party as the mirror had done in the case of Too-wit. Upon collecting a basinful, and allowing it to settle thoroughly, we perceived that the whole mass of liquid was made up of a number of distinct veins, each of a distinct hue; that these veins did not commingle; and that their cohesion was perfect in regard to their own particles among themselves, and imperfect in regard to neighbouring veins. Upon passing the blade of a knife athwart the veins, the water closed over it immediately, as with us, and also, in withdrawing it, all traces of the passage of the knife were instantly obliterated. If, however, the blade was passed down accurately between the two veins, a perfect separation was effected, which the power of cohesion did not immediately rectify.


Ese mismo fragmento, en una traducción de "La Vida Literaria" (Barcelona, alrededor de 1900).

No sé como dar una idea clara de la naturaleza de aquel líquido, y para explicarme necesito emplear muchas palabras. Por más que aquella agua corría con rapidez por todas las pendientes, como toda clase de agua, sin embargo, sólo en caso de caída y de cascada, tenía el aspecto habitual de cristalina. Era, no obstante, tan límpida como cualquiera agua calcárea existente, y la diferencia sólo consistía en el aspecto. A primera vista, y particularmente en los casos en que el declive era escaso, tenía cierta semejanza, en cuanto á consistencia, con una espesa disolución de goma arábiga en agua común; pero esta lo menos notable de sus extraordinarias cualidades. No era incolora; tampoco era de un color uniforme, y al correr, ofrecía todas las variedades posibles de la púrpura, como reflejos de seda tornasolada. Esta variación de color, se efectuaba de una manera que produjo en nosotros un asombro tan profundo, como los espejos lo habían producido en el ánimo de Wit. Llenando de aquella agua un vaso, y dejándola tomar su nivel, observamos que toda la masa del líquido estaba formado de cierto número de venas distintas, cada una de un color particular; que estas venas no se mezclaban, y que su cohesión era perfecta relativamente á las partículas de que estaban formadas, é imperfecta, relativamente, á las venas inmediatas. Pasando la punta de un cuchillo por entre las venas, el agua se cerraba súbitamente, detrás de la punta, y cuando se retiraba el cuchillo, desaparecían inmediatamente todas las señales de la hoja. Pero si esta interceptaba con cuidado dos venas, se operaba una separación perfecta que la fuerza de cohesión, no rectificaba inmediatamente.


Y la traducción dada por J. L. Borges en "El libro de los seres imaginarios":

Primero nos negamos a probarla, suponiéndola corrompida. No sé cómo dar una idea justa de su naturaleza, y no lo conseguiré sin muchas palabras. A pesar de correr con rapidez por cualquier desnivel, nunca parecía límpida, excepto al despeñarse de un salto. En casos de poco declive, era tan consistente como una infusión espesa de goma arábiga, hecha en agua común. Éste, sin , embargo, era el menos singular de sus caracteres. No era incolora ni era de un color invariable, ya que su fluencia proponía a los ojos todos los matices del púrpura, como los tonos de una seda tornasolada. Dejamos que se asentara en una vasija y comprobamos que la masa del líquido estaba separada en vetas distintas, cada una de un todo individual, y que esas vetas no se mezclaban. Si se pasaba la hoja de un cuchillo a lo ancho de las vetas, el agua se cerraba inmediatamente, y al retirar la hoja, desaparecía el rastro. En cambio, cuando la hoja era insertada con precisión entre dos de las vetas, ocurría una separación perfecta, que no se rectificaba en seguida.


Sería interesante leer una traducción completa de la novela por Borges, pero si Jean Ricardou tiene razón (las "venas" del agua como líneas de texto y la blancura como la superficie del papel), la versión "densa" original es más expresiva:

Such an interpretation ought to involve the other three characteristics of the water. If the text flows rapidly over the waterfalls -- that is, if the reading is too rapid -- the prose offers an apparent limpidity. But as soon as the reader's attention increases, where the declivity is slight, the text becomes troubled by a nascent opacity. When the reading, finally, has come to a halt, the opacity, presenting its infinitely variable colors, reveals itself in its polysemy -- a polysemy which is confirmed by this new interpretation.

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